Abdel Qader ‘Ali, que admite haber matado a su hija, fue interrogado en una comisaría de policía local. Dijo a un periódico británico que los agentes comprendieron sus motivos y lo dejaron en libertad al cabo de dos horas. Aún no se han presentado cargos contra él ni ha sido juzgado. Leila Hussein, madre de Rand ‘Abd al-Qader, denunció el asesinato y abandonó a su esposo, aunque esto significaba tener que vivir oculta. Lo hizo con ayuda de una organización local de mujeres.
El 17 de mayo de 2008 mataron también a Leila Hussein. Disparando contra ella en la calle, en Basora, así como contra dos mujeres que la acompañaban y que resultaron heridas. Las autoridades no han identificado a los responsables.
Asimismo, como en muchos otros países, las mujeres sufren también violencia a manos de sus padres, hermanos y otros familiares, particularmente si pretenden decidir por sí mismas cómo hacer su vida.
Seis años después del derrocamiento del presidente Sadam Husein, los legisladores iraquíes no han reformado aún leyes que, en la práctica, aprueban e incluso facilitan la violencia contra mujeres y niñas. El Código Penal, por ejemplo, dispone que el hombre declarado culpable de asesinato que alegue como circunstancia atenuante haber matado por “motivos de honor” puede ser condenado a sólo seis meses de prisión.
La legislación permite también que, en la práctica, los hombres utilicen la violencia contra sus esposas. Se permite el “ejercicio del derecho legal” a quedar exento de responsabilidad penal en caso del “castigo de una mujer por su esposo, el castigo por padres y profesores de menores bajo su autoridad dentro de ciertos límites prescritos por el derecho islámico por ley o costumbre”.
Debido a ello es frecuente que la policía no detenga a los hombres acusados de ejercer violencia contra mujeres de su familia, y en las raras ocasiones en que lo hace y el detenido es juzgado ante un tribunal, el juez puede imponerle un condena leve, incluso si ha asesinado a la mujer. Esta práctica transmite un terrible mensaje a todas las mujeres de Irak: pueden matarlas y golpearlas con impunidad.
En la región de Kurdistán, el Gobierno Regional de Kurdisdán ha tomado, no obstante, algunas medidas positivas en los últimos años. La Ley 14 de 2002 reformó el Código Penal iraquí para eliminar la disposición relativa a los “motivos de honor” en caso de delitos contra mujeres bajo la jurisdicción del Gobierno Regional de Kurdistán, y se han creado unidades especiales dentro de la policía para abordar la violencia contra la mujeres.