Las mujeres en Afganistán, bajo el régimen Talibán.



















El régimen de los talibán ha privado a las mujeres afganas de todos sus derechos.

En Afganistán, las mujeres son como fantasmas que pasean por las calles desoladas. Bajo los burkas, la vida de las mujeres se paraliza, es como si vivieran dentro de celdas, todo el tiempo cubiertas de pies a cabezas. Lo peor es que el burka es talla única, y es tan grueso que apenas se puede respirar, y hace una presión terrible en la cabeza, no se ve el suelo y con él se pierde el sentido de la orientación.

Las mujeres tienen prohibido trabajar, salir solas y estar con hombres que no sean parientes. Si caminan por las calles tiene que ser cubiertas con el burka, de manera que ninguna parte de su cuerpo tiente a los hombres. Todo deben hacerlo separada de los hombres, hasta tomar una guagua. Cualquier infracción será penada por la “policía religiosa”. No vestir el burka es castigado con 40 latigazos o son apedreadas en público si no tienen la malla que cubre el frente de los ojos.

Las mujeres del Islam viven en un mundo sin educación, independencia o voz propia. Según la Sharia, la ley de Mahoma, la mujer no es igual al hombre, esta ley refleja a la mujer mucho más irracional, frágil y por tanto una fuente de tentaciones.

La mujer no tiene autoridad ni siquiera en el hogar, y mucho menos tienen autoridad pública. El divorcio es muy difícil para una mujer, pero el hombre sólo necesita decir 3 veces en público, “yo te repudio”, es decir , que el hombre se divorcia con sólo desearlo. Cualquiera que sea la causa de la separación la custodia de los lujos es del hombre y éste puede prohibirle a su mujer que vuelva a verlos. Sin embargo si una mujer quiere divorciarse tiene que presentar a cuatro testigos que den fe de que está sufriendo malos tratos de su marido.

Los talibán también obligan a tener zonas vedadas a los visitantes, o lo que se conoce como “harén” adonde las esposas e hijas son confinadas. Para atender a un amigo, las mujeres de la casa se ocultan detrás de una cortina pesada, que permita oír pero no ver. No se les permite trabajar ni estudiar, son obligadas a quedarse en casa sin salir. En el caso de que tuvieran que salir, deben hacerlo acompañado de un pariente masculino cercano, y siempre con el Burka puesto. Deben permanecer en silencio, ni siquiera puede oírse el ruido de sus pasos, tienen que usar zapatos silenciosos, por eso la prohibición de usar zapatos de tacón, un hombre no puede oír los pasos de una mujer. La casa donde vive una mujer tiene que tener las ventanas pintadas para impedir que ellas sean vistas por extraños. Las mujeres viven con miedo de perder la vida por causa de un leve desliz en el comportamiento que les han impuesto.

El régimen Talibán es un nuevo holocausto para las mujeres.

Las mujeres bajo el régimen Islámico.

La familia es la base de la sociedad, y es la fuente de la estabilidad y los sentimientos, de la amistad y de la piedad. La estructura de la familia islámica, según la establece el Corán es de tipo patriarcal. El varón no es solo el paterfamilias sino también el que posee la iniciativa en la búsqueda de esposas, en la configuración de su familia y en el eventual despido de alguna de sus mujeres. Es el protector a la par que el guardián de sus esposas.

El ordenamiento de la familia islámica prevé que la mujer está sometida al varón.


El ordenamiento de la familia islámica prevé que la mujer está sometida al varón.

Los hombres tienen preeminencia sobre las mujeres, están por encima de ellas. Las mujeres piadosas son sumisas a las disposiciones de Dios; son reservadas en ausencia de sus maridos en los que Dios mandó ser reservado. A aquellas de quienes temáis la desobediencia, amonestadlas, mantenedlas separadas en sus habitaciones, golpeadlas. Si os obedecen, no busquéis procedimiento para maltratarlas.

“Di a las creyentes que bajen sus ojos, oculten sus partes y no muestren sus adornos más que en lo que se ve. ¡Cubran su seno con el velo! No muestren sus adornos más que a sus esposos, a sus hijos o a los hijos de sus esposos, a sus hermanos o a los hijos de sus hermanos, o a los hijos de sus hermanas o a sus mujeres, o a los esclavos que posean, o a los varones, de entre los hombres, que carezcan de instinto, o a las criaturas que desconocen las vergüenzas de las mujeres; éstas no meneen sus pies de manera que enseñen lo que, entre sus adornos ocultan.”


Su forma de vestir está determinada por El hijab, que es un código de vestimenta femenina islámica que establece que debe cubrirse la mayor parte del cuerpo y que en la práctica se manifiesta con distintos tipos de prendas. En sentido restringido, suele usarse para designar una prenda específica moderna, llamada también velo islámico.

Las mujeres que no usen el velo se encuentran sometidas con frecuencia a abusos físicos y verbales. La pena por andar sin velo es de un mes a un año de cárcel.

Actualmente se fundamenta su uso en el islam, pero no es algo específicamente islámico: en muchas partes del mundo las mujeres cubren la mayor parte de su cuerpo, incluida la cabeza, por razones análogas a las esgrimidas por los musulmanes, y en la totalidad del Mediterráneo ha sido práctica generalizada hasta tiempos muy recientes. Dentro de la cultura árabe, hay que decir que el hiyab existía ya en la Arabia preislámica como signo de respetabilidad, pues entre otras cosas distinguía a las mujeres libres de las esclavas.

Mujeres en Occidente: La mujer en Estados Unidos.

En Estados Unidos, los derechos de la mujer tienen una historia larga y en cambio constante.

En décadas recientes se han dado importantes pasos para mejorar la educación, salud, vida familiar, oportunidades económicas y poder económico de la mujer. La experiencia en Estados Unidos muestra que, conforme la posición de la mujer avanza, también lo hace su familia, su comunidad, su lugar de trabajo y su nación.

De muchas maneras el nacimiento del movimiento de los derechos de la mujer estuvo relacionado muy estrechamente con el movimiento de la abolición, y fue apoyado fervientemente por muchas mujeres estadounidenses.

En la primera mitad del siglo XIX, a la mujer no se le permitían las mismas libertades que los hombres tenían ante la ley, la iglesia y el gobierno. La mujer no podía votar, ni tener un puesto en el gobierno, asistir a la universidad o tener un empleo. Si estaban casadas, no podían hacer contratos legales, divorciarse de un esposo abusivo ni obtener la custodia de sus hijos.

Fue en 1920, con la ratificación de la 19 Enmienda a la Constitución de Estados Unidos, que la mujer estadounidense finalmente obtuvo el derecho al voto. En última instancia fue la economía, no la política, lo que cambió el papel de la mujer en la sociedad estadounidense y creó más impulso para el movimiento de los derechos de la mujer.

Conforme muchas familias se trasladaban de las granjas a las ciudades, el papel económico de la mujer disminuyó. Pero la Gran Depresión, que empezó con la caída del mercado de valores en octubre de 1929, hizo que muchas mujeres buscaran empleo fuera del hogar para ayudar a su familia.

La Segunda Guerra Mundial puso al 38 por ciento de la mujer estadounidense en la fuerza laboral para llenar el vacío dejado por los hombres que servían como soldados. Después de la guerra, los soldados que regresaron desplazaron a muchas mujeres, pero muchas de ellas re ingresaron a la fuerza laboral con la expansión económica de fines de los años 1950 y 1960. Cuando aumentó la contribución de la mujer al bienestar económico de su familia ellas se dieron cuenta de que la discriminación frustraba mucho sus esfuerzos de avanzar en la fuerza laboral.

A principios de los años setenta, las mujeres que servían en las cámaras del Congreso de Estados Unidos ayudaron a poner más atención en las necesidades de la mujer. Algunas propuestas de ley importantes, relacionadas con la mujer, y que fueron aprobadas son:

- Más libertad en la opción reproductiva.
- Protección de salario mínimo para empleadas domésticas.
- Prohibición de discriminación en el empleo contra la mujer embarazada.
- Amparo contra la violencia.
entre otras.

La mujer estadounidense ha obtenido importantes ganancias en su búsqueda por lograr igual oportunidad en las esferas de la vida económica y política de la nación, pero quedan problemas por resolver.

Otro reto de la mujer trabajadora es equilibrar las demandas del hogar y la familia con las del lugar de empleo. Muchas mujeres con hijos enfrentan la opción de descuidar a uno o el otro. Algunas mujeres emprendedoras terminan renunciando a formar una familia.

A pesar de los retos que todavía enfrenta, la mujer estadounidense puede estar orgullosa de sus logros.

Mujeres en Occidente: La mujer en España.

Desde la muerte de Franco en 1975 la situación de la mujer en España ha cambiado enormemente y con ella la de la familia. Antes muy pocas mujeres iban a la Universidad pero hoy casi el 60% de los estudiantes universitarios son mujeres. Durante los años 40 la mujer española casi no podía salir de casa sin estar acompañada y tenía que pedir permiso a su padre o esposo si quería sacar un pasaporte. Hoy en día en España todavía hay menos mujeres que trabajan comparado con el resto de los países europeos pero sí se observa que el número va aumentando poco a poco. Ya la mayoría de los empleados de administración pública por ejemplo, son mujeres y se dice que dentro de poco habrá más mujeres abogados y médicos que hombres. Es más, la mitad del gabinete del gobierno actual son mujeres y el presidente de la Comunidad Autónoma de Andalucía, Manuel Chaves, ha colocado por primera vez más mujeres que hombres al frente de su gobierno autonómico en una proporción de ocho a seis.

En España la familia española normalmente permanece unida y los hijos van al colegio, trabajan y viven en el mismo lugar donde nacieron. Son los abuelos los que siempre cuidan a los bebés y ayudan en todo lo que pueden, siempre y cuando esto sea posible. La vida social gira alrededor de la familia y la familia es la base de la seguridad social también. Para España la emancipación de la mujer es clave para la estructura familiar y ha sido el principal motor de los cambios operados en el país.

Mujeres en Occidente: La mujer en Cuba

Víctimas de la violencia doméstica.

Son mujeres con buen nivel educacional y buena situación económica y social, que trabajan en firmas extranjeras o pertenecen a ramas políticas del país.

Las agresiones físicas y verbales, casi siempre producto de las intoxicaciones alcohólicas de sus esposos quedan impune, por no hacer pública su conducta para no afectar su imagen política y social, que pueda comprometer la posición laboral o el cargo como dirigente del cónyuge. En algunos casos de violencia doméstica las víctimas se niegan a dirigirse a los organismos gubernamentales o autoridades competentes, ya que debido al nivel de influencia de sus esposos sus planteamientos no son escuchados o las medidas con los victimarios son insignificantes, dejándolas en plena indefensión.

Algo aterrador de este fenómeno de la violencia doméstica es que muchas de sus víctimas son arrojadas a la calle por sus esposos, casi siempre en horas de la noche durante severas crisis de alcoholismo, viéndose obligadas a permanecer largas horas deambulando por las calles sinamparo de nadie o un lugar para refugiarse. El círculo vicioso de la violencia doméstica en Cuba se agudiza, por no existir viviendas alternativas para las personas en conflicto, ya sea por alquiler o compra de inmuebles.

En el aspecto social, existen casos lamentables de pobreza donde ancianas buscan en los contenedores de basura objetos de todas las clases, unos para la venta al estado en los lugares de reciclaje y otros desgraciadamente para su propio consumo.

Y en las mujeres mas jóvenes se da el caso de tener que vender la leche de sus hijos para cubrir otras necesidades.

Impera la necesidad de una adecuada política de género, y existe una falta de conocimientos sobre diversos temas que le competen a la mujer y un sinnúmero de ellas carentes de apoyo social y económico.

El principal problema que enfrentan estas mujeres es garantizar la alimentación de su familia, la falta de viviendas adecuadas, por el gran deterioro de las mismas y en un número menor pero existente, muchas carecen de lugar propio para vivir. Todas con serias dificultades para trasladarse a sus centros laborales, muchas lo hacen con niños pequeños los cuales estudian cerca del lugar de trabajo de sus madres.

Algo alarmante es el gran número de mujeres solteras o en uniones libres, con poca responsabilidad sobre la familia.

Las sociedades durante años han creado leyes, organizaciones que han condenado conductas tan reprochables como el abuso contra las mujeres, pero no todas poseen la valentía para denunciar la violencia de las que son objetos, sobre todo proceden de hijos, esposos o familiares que casi siempre son enfermos de alcoholismo o simplemente practican la drogadicción en algunas de sus manifestaciones.

La Víctimas de Juárez. México

Las autoridades de Ciudad Juárez presentaron información referente al asesinato de 268 mujeres y niñas a partir de 1993. En un considerable número de casos, las víctimas eran mujeres o niñas, trabajadoras de las plantas de ensamblaje o estudiantes que fueron objeto de abusos sexuales y luego asesinadas brutalmente.

Desde 1993 las mujeres que viven en Ciudad Juárez tienen miedo. Miedo de salir a la calle y recorrer la distancia del camino de su casa a su trabajo. Miedo a los 10, a los 13, a los 15, a los 20 años, no importa si es niña o ya mujer.

Si bien la situación de la mujer en Ciudad Juárez tiene muchos aspectos comunes a los de otras ciudades de México y de la región en general, presenta diferencias en ciertos importantes aspectos. Primero, la tasa de homicidios de mujeres aumentó extraordinariamente en Ciudad Juárez en 1993, y desde entonces ha seguido siendo elevada. Segundo, el número de homicidios de mujeres, en comparación con el de hombres en Ciudad Juárez es considerablemente mayor que el de ciudades en situación similar, y que el promedio nacional. Tercero, las circunstancias sumamente brutales de muchos de los asesinatos han permitido centrar la atención en la situación imperante en Ciudad Juárez. Un considerable número de esas víctimas eran jóvenes de 15 a 25 años de edad, y muchas fueron golpeadas u objeto de violencia sexual antes de ser estranguladas o muertas a puñaladas. Algunos de los asesinatos con estas características han sido descritos como homicidios múltiples o “seriales”. Cuarto, la respuesta de las autoridades ante estos crímenes ha sido notablemente deficiente.

Dos aspectos de esa reacción revisten especial importancia. Por una parte, la gran mayoría de los asesinatos siguen impunes; aproximadamente el 20% han dado lugar a procesamientos y condenas. Por otra parte, casi al mismo tiempo que comenzara a aumentar la tasa de homicidios, algunos de los funcionarios encargados de la investigación de esos hechos y el procesamiento de los perpetradores comenzaron a emplear un discurso que, en definitiva, culpaba a la víctima por el delito. Según declaraciones públicas de determinadas autoridades de alto rango, las víctimas utilizaban minifaldas, salían de baile, eran “fáciles” o prostitutas. Hay informes acerca de que la respuesta de las autoridades pertinentes frente a los familiares de las víctimas osciló entre indiferencia y hostilidad.

Tantos crímenes a mujeres se efectuaron, que esta tragedia dio paso a una serie de películas y documentales basados en estos hechos:

- La Ciudad del Silencio.
- Juárez: La ciudad donde las mujeres son desechables.
- Bajo Juárez: la ciudad devorando a sus hijas.
- La Vírgen de Juárez.
Entre otras.

Mujeres en el lejano Oriente: La mujer en Irak.

Rand ‘Abd al-Qader, de 17 años, murió en Basora el 16 de marzo de 2008. Fue asesinada por su padre, con la ayuda, al parecer, de dos de sus hermanos, por haber entablado amistad con un soldado británico destacado en la ciudad.

Abdel Qader ‘Ali, que admite haber matado a su hija, fue interrogado en una comisaría de policía local. Dijo a un periódico británico que los agentes comprendieron sus motivos y lo dejaron en libertad al cabo de dos horas. Aún no se han presentado cargos contra él ni ha sido juzgado. Leila Hussein, madre de Rand ‘Abd al-Qader, denunció el asesinato y abandonó a su esposo, aunque esto significaba tener que vivir oculta. Lo hizo con ayuda de una organización local de mujeres.

El 17 de mayo de 2008 mataron también a Leila Hussein. Disparando contra ella en la calle, en Basora, así como contra dos mujeres que la acompañaban y que resultaron heridas. Las autoridades no han identificado a los responsables.



Estos dos casos ilustran la situación de las mujeres en Irak, incluida la región semiautónoma de Kurdistán. Las mujeres soportan discriminación y violencia sistemáticas, dirigidas específicamente contra ellas debido a su género.

En la calle sufren agresiones de hombres de muy diverso ideario político, pero todos con la voluntad común de imponer el uso del velo y la segregación y la discriminación en razón del género. Los grupos armados islamistas se han atribuido agresiones contra mujeres y han intentado justificarlas señalando que las víctimas no se comportaban del modo en que ellos consideran que debe hacerlo una mujer.

Asimismo, como en muchos otros países, las mujeres sufren también violencia a manos de sus padres, hermanos y otros familiares, particularmente si pretenden decidir por sí mismas cómo hacer su vida.

Abdel Qader ‘Ali es uno de los muchos hombres que han cometido delitos violentos contra mujeres en Irak y que nunca han sido llevados ante la justicia porque las autoridades no están dispuestas a realizar las debidas investigaciones ni a castigar a los culpables.

Seis años después del derrocamiento del presidente Sadam Husein, los legisladores iraquíes no han reformado aún leyes que, en la práctica, aprueban e incluso facilitan la violencia contra mujeres y niñas. El Código Penal, por ejemplo, dispone que el hombre declarado culpable de asesinato que alegue como circunstancia atenuante haber matado por “motivos de honor” puede ser condenado a sólo seis meses de prisión.

La legislación permite también que, en la práctica, los hombres utilicen la violencia contra sus esposas. Se permite el “ejercicio del derecho legal” a quedar exento de responsabilidad penal en caso del “castigo de una mujer por su esposo, el castigo por padres y profesores de menores bajo su autoridad dentro de ciertos límites prescritos por el derecho islámico por ley o costumbre”.

Debido a ello es frecuente que la policía no detenga a los hombres acusados de ejercer violencia contra mujeres de su familia, y en las raras ocasiones en que lo hace y el detenido es juzgado ante un tribunal, el juez puede imponerle un condena leve, incluso si ha asesinado a la mujer. Esta práctica transmite un terrible mensaje a todas las mujeres de Irak: pueden matarlas y golpearlas con impunidad.

Las iraquíes sufren secuestros, golpizas, amenazas de muerte, violación, asesinato, abuso doméstico, tortura en centros de detención, ahorcamiento, decapitación y fusilamiento, según el informe "Promesas de democracia, imposición de la teocracia: Violencia de género y guerra de Estados Unidos en Irak", publicado por Madre.

En la región de Kurdistán, el Gobierno Regional de Kurdisdán ha tomado, no obstante, algunas medidas positivas en los últimos años. La Ley 14 de 2002 reformó el Código Penal iraquí para eliminar la disposición relativa a los “motivos de honor” en caso de delitos contra mujeres bajo la jurisdicción del Gobierno Regional de Kurdistán, y se han creado unidades especiales dentro de la policía para abordar la violencia contra la mujeres.


Mujeres en el lejano Oriente: La mujer en África.

La mujer africana que vive en la aldea es considerada casi siempre como un objeto de trabajo. Su jornada se inicia al amanecer para ir a trabajar a los campos y vuelven al atardecer. Pero ocupadas en sus cocinas, dedicadas a las tareas domesticas y, especialmente, criando hijos, las mujeres juegan un papel muy importante en la economía. Trabajan mas que los hombres pero cobran mucho menos. Llevan sobre sus hombros el 53% de la carga total de trabajo, remunerado y no remunerado. Como media trabajan 56 horas semanales , mientras que los hombres solo trabajan unas 42.

La maternidad de la mujer africana es un elemento de estabilidad del matrimonio y de la familia. Para los africanos la familia viene a ser el ambiente natural donde las personas nacen, viven y reciben la necesaria protección y seguridad.

La presencia de los hijos es de primordial esperanza. Todas las familias africanas desean tener el mayor numero posible de hijos, ya que representan la principal fuente de riqueza y el único modo de garantizar el clan.

La escuela de mujeres es un gineceo donde desde hace siglos las mujeres se transmiten un terrible saber: el del njongal jigeen, la ablación. África es uno de los puntos donde pervive la mutilación genital femenina que afecta entre 80 y 114 millones de mujeres y niñas.

Suele practicarse en niñas de entre 4 y 10 años. Habitualmente la realiza una partera tradicional o una anciana experimentada de la aldea.

La mayoría de las veces se realiza en las peores condiciones medicas y sin anestesia, con un cuchillo o una hoja de afeitar y a veces con un pedazo de vidrio. Por otra parte, las jóvenes no pueden llorar ni gritar porque si lo hicieses se convertirían en la verguenza de la familia. Además, suelen producirse graves hemorragias e infecciones.

Las consecuencias a largo plazo de esta mutilación van desde problemas menstruales, quistes e infecciones crónicas de la pelvis hasta la infertilidad.. Psicológicamente, la ablación provoca estados de ansiedad, depresión y ataques de pánico.

La mujer africana que vive en la aldea es considerada casi siempre como un objeto de trabajo. Su jornada se inicia al amanecer para ir a trabajar a los campos y vuelven al atardecer. Pero ocupadas en sus cocinas, dedicadas a las tareas domesticas y, especialmente, criando hijos, las mujeres juegan un papel muy importante en la economía. Trabajan mas que los hombres pero cobran mucho menos. Llevan sobre sus hombros el 53% de la carga total de trabajo, remunerado y no remunerado. Como media trabajan 56 horas semanales , mientras que los hombres solo trabajan unas 42.

La maternidad de la mujer africana es un elemento de estabilidad del matrimonio y de la familia. Para los africanos la familia viene a ser el ambiente natural donde las personas nacen, viven y reciben la necesaria protección y seguridad.

La presencia de los hijos es de primordial esperanza. Todas las familias africanas desean tener el mayor numero posible de hijos, ya que representan la principal fuente de riqueza y el único modo de garantizar el clan.

La escuela de mujeres es un gineceo donde desde hace siglos las mujeres se transmiten un terrible saber: el del njongal jigeen, la ablación. África es uno de los puntos donde pervive la mutilación genital femenina que afecta entre 80 y 114 millones de mujeres y niñas.
Suele practicarse en niñas de entre 4 y 10 años. Habitualmente la realiza una partera tradicional o una anciana experimentada de la aldea.

La mayoría de las veces se realiza en las peores condiciones medicas y sin anestesia, con un cuchillo o una hoja de afeitar y a veces con un pedazo de vidrio. Por otra parte, las jóvenes no pueden llorar ni gritar porque si lo hicieses se convertirían en la verguenza de la familia. Además, suelen producirse graves hemorragias e infecciones.

Las consecuencias a largo plazo de esta mutilación van desde problemas menstruales, quistes e infecciones crónicas de la pelvis hasta la infertilidad.. Psicológicamente, la ablación provoca estados de ansiedad, depresión y ataques de pánico.

Mujeres en el lejano Oriente: La mujer en China.

A principios de 1995, la policía de la provincia de Shanxi, en China, rescató a más de 200 mujeres que habían sido secuestradas y vendidas como "esposas" a campesinos en las zonas rurales.

Noticias de esta índole, donde la mujer aparece como victima del machismo estructural de la sociedad, aparecen con frecuencia en la prensa china.

La discriminación de la mujer en China comienza antes de su nacimiento.

Las familias, debido a la ley impuesta de tener un solo hijo, prefieren los niños a las niñas. De hecho, el porcentaje actual en China es desproporcionado: 113 niños por cada 100 niñas. Esto se atribuye principalmente a la práctica ancestral del infanticidio, a no registrar las niñas cuando nacen y a los métodos de aborto selectivo.

La mujer china está también sometida a la violencia doméstica, física, mental y sexual, de los hombres. El número de mujeres físicamente maltratadas por sus maridos ha crecido en los últimos años.

La idea de que el hombre es más capaz que la mujer está aún muy enraizada. Como la población masculina sobrepasa con creces a la femenina, el hombre busca otros caminos para encontrar una esposa. Es más fácil comprar una que pasar por todos los costos tradicionales de la boda china. Como consecuencia, en las zonas rurales y montañosas, muchas mujeres, normalmente pobres, son seducidas por disfrazadas agencias de contratación de empleos mediante promesas de trabajo bien remunerado en las zonas costeras. Pero al final acaban como prostitutas o como esposas-esclavas de campesinos. Importantes sumas de dinero circulan en estas transacciones.

Si la mujer no consigue tomar el tren de los cambios que están afectando a la sociedad, dificilmente mejorará su situación. Como telón de fondo subyacen los interrogantes de siempre. Las actitudes de la gente respecto al nacimiento de niños o niñas, participación en el sistema educativo, igualdad de oportunidades en el empleo, acceso de la mujer a los puestos claves de la sociedad y, sobre todo, una mentalidad que discrimina a la mujer ya desde antes del nacimiento.

El Matrimonio: Ritos de Oriente V/s Occidente

El matrimonio es una institución social que crea un vínculo conyugal entre sus miembros. Este lazo es reconocido socialmente, ya sea por medio de disposiciones jurídicas o por la vía de los usos y costumbres.

Desde el punto de vista del derecho occidental, el matrimonio constituye una unión de dos personas que tiene por finalidad constituir una familia.

Para el Islam el matrimonio es una práctica recomendada por Dios, innata, trascendental y necesaria en el hombre. El Islam motiva al matrimonio de muchas formas como una condición que permite crear y fortalecer vínculos afectivos, asegurar descendencia dentro del marco del amor y respeto. Una de las formas, es mencionar a los profetas y enviados de Dios para que sean ejemplo en esto.

El matrimonio en el Islam es sólo un contrato tipo comercial, mientras en el cristianismo es un sacramento, según la visión de la Iglesia Católica.

Para llegar al matrimonio, en la cultura oriental, se dan varios pasos. El más importante es la negociación que se hace desde la parte del novio para conseguir el consentimiento de la novia y su entorno familiar, la calificación de la dote, que siempre es alta y su aceptación. La negociación para llegar al matrimonio supone la existencia de negociadores, los clásicos casamenteros, se debe llegar a un acuerdo entre las dos familias, la mujer pone condiciones, como negar la posibilidad de una segunda esposa, sin divorcio previo, y fijar la dote, es decir el precio, para la novia. Algunos gobiernos fijan topes a esta dote para evitar excesos y también se usa para evitar el matrimonio de muy jóvenes.

Los padres del novio van a la casa de la novia para pedir su mano, normalmente durante una cena, se fija la fecha. Se realizan dos fiestas. Una para despedir a la novia de su casa en camino a su nueva vida y una segunda la despedida de soltero del novio. Al atardecer, los amigos del novio recogen a la novia, que se viste como una reina, demostrando riqueza y nivel social. Existen empresas que alquilan esta ropa para las novias.

En la ceremonia del matrimonio, el novio destapa el velo de la novia, beben juntos un vaso de lecho y comen dátiles y después firman el documento del contrato de su matrimonio. Luego los novios se van a su primera noche de bodas. Lo más importante, al día siguiente, es mostrar una muestra de que la novia era virgen. Luego los novios vuelven a la casa del padre del novio a la fiesta.

En la cultura occidental toda persona mayor de edad tiene derecho de casarse, conforme las leyes estatales, y lo puede hacer de dos formas: matrimonio civil o matrimonio religioso.

El matrimonio civil se celebra ante el juez o funcionario competente, que corresponde al domicilio de cualquiera de los contrayentes, quien deberá de proceder a la autorización de dicho acto y con la presencia de dos testigos.
El matrimonio produce efectos civiles desde su celebración. Para el pleno reconocimiento de los mismos es necesaria su inscripción en el registro civil.

El matrimonio religioso
es el celebrado bajo las formas y ritos establecidos por las diferentes confesiones religiosas reconocidas por el estado.

Los requisitos y trámites para contraer matrimonio religioso varían según las normas de confesión religiosa en la que se celebre. Común a todas ellas es la obligatoriedad de inscribir el matrimonio en el registro civil.

La mujer y el Islam

Visión de cómo la religión Islámica influye positivamente en la mujer.

Cada día en América y Europa, las voces de más y más mujeres están pronunciado la declaración de fé islámica. Aunque no se conoce el número exacto de mujeres que están aceptando el Islam como su forma de vida en comparación con el número de hombres, una encuesta realizada al final de la década pasada sugirió que el numero de mujeres occidentales entrando al Islam sobrepasa el número de hombres. Las mujeres, muchas de ellas solteras, están aceptando el Islam como su forma de vida, en cantidades que no tienen precedencia.

Uno de los estereotipos equívocos respecto al Islam es que es una religión que trata a la mujer injusta e irrespetuosamente. Muchas que son ignorantes al respecto, creen que el islam enseña que la mujer es de menor valor que el hombre, y que les arrebata sus derechos. No obstante, una persona que piensa debe preguntarse a si mismo: "Si el Islam es tan malo, ¿No sería que las mujeres se alejarían de el Islam y tratarían de evadirlo, especialmente mujeres educadas? ¿No sería que la gran mayoría de convertidos al Islam serían hombres? Obviamente, la mujer esta encontrando en el Islam algo bello y único. Islam debe tener algo que le atrae no solo como ser humano sino como mujer.

Cuando se les pregunta a hombres y mujeres por qué aceptaron el Islam, además de las respuestas mas comunes, las mujeres presentan una respuesta en particular: los derechos y el lugar que el Islam concede a la mujer.

En muchas formas, la jornada de la mujer que acepta el Islam es algo diferente a la del hombre, y tiene más que ganar. Claro que desde el punto de vista espiritual, ambos descubren la verdadera religión de Dios y obtienen su verdadero ser. Pero cuando una mujer acepta el Islam, tiene una doble ventaja, porque además de obtener su la verdad espiritual, también re-obtiene su verdadero ser como mujer.

Al aceptar el Islam, la mujer descubre que desde hace tiempo, debió haber tenido la habilidad de ejercer sus derechos dados por Dios: el derecho a ser respetada; el derecho a quedarse en casa con su familia, y ser mantenida; el derecho a ser valorada por mas que su apariencia física; al igual que derechos políticos y económicos, etc. En el Islam, la mujer puede ser una mujer de verdad, y disfrutar la suavidad de su feminidad, y al mismo tiempo ser mantenida. Islam no le quita sus derechos al buen trato y a su educación.

Además, el valor de la mujer en el Islam es más notable que en cualquier otra cultura. La mujer empieza a vestirse modestamente y se siente liberada por la habilidad de salir de su casa sin la presión de tener que enseñar su cuerpo o maquillar su cara; esto le ayuda a mantener su dignidad, y su carácter honorable. En el Islam, la mujer es valorada simple y sencillamente por ser algo maravillosamente especial: una mujer.

En el Islam, el hombre no le puede decir a su esposa que salga a ganar el pan, y que ayude con los costos de la casa. El hombre carga con la completa responsabilidad financiera de proveer para su familia. Si la esposa quiere contribuir, es decisión de ella, pero ella tiene la libertad de decidir cuándo y cuánto dar.lámica

La mujer no se averguenza de su suavidad, o de ser una esposa o madre amorosa y cariñosa, o de reclamar su feminidad. Tampoco se siente amenazada por el hecho de que el hombre tome alguna decisión, o se haga cargo de ciertas cosas. ¿Por qué? Porque la mujer islámica sabe que tiene derechos sobre su esposo, y que hay ciertos límites que él jamas podrá cruzar.

Muchas mujeres que aceptan el Islam descubren qué maravilloso es alcanzar la verdadera feminidad, y vivir como mujer por primera vez en su vida. Esto incluye desde la forma de hablar y vestir, hasta actuar femeninamente. El que una mujer se esfuerce por actuar masculinamente va en contra de los planes naturales de Dios y contra Su perfecta creación.

¿La mujer occidental de estos tiempos... esta destruyendo su civilización?

Visión que rechaza el actuar de la mujer occidental de hoy.


Pregunta: ¿Cual es la mejor forma de destruir la civilización occidental desde su raíz?

Respuesta: Degenerando y aniquilando al elemento reproductor de la especie, la mujer.

Ha sido una labor de siglos pero se ha conseguido, no sólo convenciéndola de que tener hijos es una traba para su desarrollo profesional, sino de que su útero es suyo y hace con él lo que quiera, pudiendo así permitirse el lujo de llevar a la civilización occidental a su degeneración más absoluta.

La labor de reeducación de la mujer ha sido costosa, pero se ha llevado a cabo con éxito. A partir de la "revolución francesa" la mujer fue paso a paso y poco a poco cambiando su forma de pensar y dejándose influir por el liberalismo que, muy inteligentemente, fue impregnando su pensamiento de ideas manipuladas hacia la consecución de ominosos fines. Esas ideas, en su base, tenían un planteamiento no falto de razón: las concepciones machistas de represión hacia la mujer depositaria de la cultura y responsable de su transmisión a la prole, hicieron de esta una esclava sumisa al servicio del macho-amo que veía ante cualquier tentativa de aprendizaje o valor y coraje por parte de la mujer, un atentado al honor del hombre, olvidando que ancestralmente la mujer era considerada como una igual dentro del clan con misiones tan importantes como las del hombre y que no eran consideradas como lastre; ¿que misiones mas importantes que la maternidad, o la defensa del hogar?.

Esta concepción machista, en la que la mujer se limitaba a dar placer a su esposo y a concebir hijos sin sentido, con el tiempo llegó a ser vista como una losa que impedía el desarrollo intelectual de la mujer, que le impedía pensar y relacionarse socialmente como ser inteligente que podía ser válido para la sociedad y cuyo pensamiento y opinión debía contar como miembro de la comunidad en que se integraba.

Esta idea válida en su esencia la retomó el marxismo para crear una revolución femenina que convirtió en feminista en la que se intentaba, bajo el falso lema de la igualdad, hacerla "igual" al hombre, es decir, igual desde el planteamiento sexual que era el más importante.

Bajo el engaño de falsedades como un mayor poder adquisitivo, una realización profesional, una productividad para la sociedad, una mejor preparación intelectual, se fue subliminalmente introduciendo en la mentalidad de la mujer, mensajes como "tu cuerpo es tuyo", "los hijos son una carga que impiden tu desarrollo", "los hijos te atan", "necesitas mucho dinero para educarlos bien y darles todo lo que el sistema capitalista dice que es necesario para tus hijos", "el matrimonio es un asco y una pérdida de tiempo" de esta forma pasaron a despreciar la sacra esencia femenina que la hace maravillosamente distinta, el poder de engendrar vida. Ese poder que la convierte en diosa suprema de la fertilidad y de la educación.

¿Qué pasaría si en la naturaleza los árboles se negaran a reproducirse?
Poco a poco se extinguiría la vida vegetal y el ciclo natural de la vida se rompería dando lugar al caos.

El principio marxista de la igualdad de las razas, presupone una mezcla de ellas mismas, dando lugar a una raza distinta y degenerada, y no sólo eso, la cultura y religión de las mujeres orientales, todavía no occidentalizadas, no les impide parir hijos como conejas, es más, en el caso de las musulmanas el Corán lo incentiva para "hacer grande la nación".

Con estos datos la "tonta" mujer occidental, creyéndose poderosa en el mundo laboral e intelectual, está permitiendo ese exterminio de la raza y de su cultura y herencia, y está perdiendo su esencialidad, lo que la hace orgánicamente distinta del hombre.

La mujer no debe estar sometida a las leyes del Hombre, sino luchar codo con codo con él, cada uno con su misión.

La mujer es la transmisora primera de la cultura a sus hijos, empezando por la lengua y la capacidad de expresión y comunicación; la mujer debe estar preparada para educar a su prole lo mejor posible, no debe ser una ignorante cuya opinión no cuente, sino todo lo contrario, ya que es la primera depositaria de la memoria de un pueblo y su función es fundamental en la infancia de los hijos pues de ella dependerá su futuro comportamiento en la sociedad.

La mujer, la madre es quien dice al hijo quién es su padre, y sin dudarlo el hijo lo reconoce como tal. Así también le enseña cual es su raza, su pueblo y su nación y que debe luchar por ella, por defenderla y conservarla.

La manipulación sistemática en el pensamiento de la mujer occidental la ha convertido en la mayor arma de destrucción masiva de la historia, un arma que extermina de raíz...y para siempre.

El exterminio ha comenzado por el útero y por el cerebro, por el cerebro de la mujer.

La labor de reeducación de la mujer comienza ahora.

Las mujeres son las educadoras espirituales de los hijos , son las reinas de los hogares y el pilar que sostiene a nuestra sociedad , por ellas también estamos aquí presentes. Por ellas existimos.

La mujer actual en oriente: supervivientes

Aunque la situación varía en forma drástica en toda la región oriental, sobre todo entre mujeres urbanas y rurales, hay factores en común que las identifican. La pobreza es el principal obstáculo al desarrollo, así como la violencia contra las mujeres, que incluye formas tan específicas de violencia de género como los asesinatos en defensa del honor. Desde la década de los ochenta, muchas organizaciones de mujeres luchan por los derechos de la mujer. La región cuenta con redes específicas de mujeres activistas por la paz. Estas organizaciones persisten en su tarea a pesar del peligro que corren las mujeres, ya que a veces son juzgadas automáticamente como opositoras políticas al gobierno.

A partir de los 90, a medida que se filtra en la sociedad el fundamentalismo islámico y recrudece la violencia sectaria, más y más mujeres viven con miedo de ser violadas o secuestradas. Reciben amenazas de muerte dependiendo del clan al que pertenecen o simplemente debido a su profesión. Son acosadas por no regirse por el código de vestimenta, que les exige cubrirse el cabello y a usar túnicas negras de la cabeza a los pies, y obligadas a dejar sus trabajos. A pesar de que muchas de ellas son médicos, ingenieras o artistas.

Los hombres que matan a sus parientes mujeres por defender el honor de la familia, reciben penas menores si justifican sus motivos. Según la ONU, en 2001 unas 4 mil mujeres y niñas fueron víctimas por agraviar a su linaje.

El conflicto interno, que actualmente reina en el país desde la invasión estadounidense en 2003 que derrocó a Hussein, afecta directamente a las mujeres: Los desplazamientos, asesinatos, secuestros, y violaciones han creado una atmósfera de terror y ansiedad.

Aprovechándose de la vulnerabilidad social, la jihad (Guerra Santa) comenzó desde hace un tiempo a reclutar mujeres iraquíes para sus actos terroristas. Según el grupo "Monitor of Constitutional Freedom and Bill of Rights", con sede en Bagdad, se ha incrementado el fenómeno de mujeres y niños que protagonizan atentados suicidas.

¿Por que lo hacen? Las motivaciones del suicidio no son tan incongruentes con la realidad que viven: el deseo de mejorar la condición de la mujer en la sociedad, desafiando así a quienes las consideran débiles; la promesa del paraíso o la necesidad de restaurar su honor por una transgresión a la rígida moral sexual.

La coyuntura política las convirtió en víctimas y victimarias sin discriminar inocentes.

La mujer occidental actual

La mujer es símbolo permanente de la procreación y de la permanencia del género humano sobre la faz de la tierra por disposición divina y natural.

Lamentablemente la predominancia que el hombre ha ejercido en todos los quehaceres y sobre la mujer en el transcurso de la historia y del tiempo la ha minimizado y su existencia se ha tornado complicada, y en algunas áreas del mundo casi inexistente como ser humano que merece todos los privilegios y consideraciones a los que tenemos derecho todos los pobladores de la tierra.

Hay personajes históricos femeninos que han dejado una huella imborrable en la historia de los tiempos como Cleopatra, Lucrecia Borgia, Catalina de Medicis, Catalina La Grande, Maria Antonieta, La Malinche, Sor Juana Inés de la Crúz, Juana de Arco, Josefa Ortíz de Domínguez , Madame Curie, Coco Chanel, Indira Gandhi y Rigoberta Menchú por citar algunas entre miles o millones en todo el orbe.

La historia de cada una de éstas mujeres ha trascendido a través de los tiempos porque han aportado su sensibilidad femenina, su inteligencia, su carácter y sus hechos, los cuales les han dado la inmortalidad.

En un pasaje en la leyenda de la Atlántida dice que la mujer en ese país imaginario y desaparecido, era la que mandaba y la que ejercía todo su dominio sobre la existencia del hombre. Tanto se ha escrito, se ha investigado y se ha dicho sobre la Atlántida, ¿Qué sería posible que las mujeres hayan perdido todo su predominio?; y hoy día la mujer está volviendo a ocupar el lugar que perdió y que le corresponde en igualdad de condiciones al hombre como pobladores ambos de la tierra.

Hoy día la mujer paulatinamente ha ido adquiriendo y recuperando su valor, sobre todo una posición humana, aunque en algunos países aún se le considere de segunda o de tercera.

Si bien es cierto la mujer en su conquista de derechos e igualdad ha ido avanzando, aún quedan muchos rincones en el mundo en los cuales la mujer continúa siendo relegada. Los avances que ha obtenido la mujer en el ámbito social, político, deportivo, artístico, cultural, educativo, modas, científico, letras, profesional, financiero, empresarial, ejecutivo, trabajo, etc., han sido muchos, pero aún les falta mucho terreno por conquistar sobre todo en su lucha porque se respeten sus derechos, los cuales en estos tiempos no son del todo respetados, sobre todo por los poderosos y por los patanes.

En América Latina es pequeño el número de mujeres en posiciones políticas de primer nivel, en las letras existe un gran número de ellas, pero les falta aún para poder destacar, en todos los ámbitos. La mujer destaca en el sistema político, educativo, empresarial, artístico, deportivo y otros y ahí van con su lucha poco a poco lográndolo, pero todavía cuentan con un tropiezo muy fuerte, el del “machismo” para que puedan lograr conquistar un lugar preponderante de respeto y de igualdad en la sociedad.

La mujer conoce lo que hace falta para salir adelante, es capaz de realizar un cambio y sabe que depende de ella misma, así puede lograr que su entorno se vuelva positivo, un mundo de enseñanzas, tiene la capacidad de mezclar su papel de madre con su papel de mujer en el mundo de los negocios, dándose tiempo tanto para la familia como para emprender.

Las desigualdades...

... entre hombres y mujeres han existido durante mucho tiempo en la mayor parte de las sociedades alrededor del mundo. Las características biológicas de los individuos, como el sexo, se han utilizado como base para atribuirles ciertos comportamientos, actitudes, roles, capacidades y posiciones en la sociedad. Es decir, se han construido géneros: masculino y femenino, que implican formas diferenciadas de vivir para los hombres y las mujeres. Estas atribuciones y formas diferenciadas de vivir se han llegado a justificar como naturales aunque en realidad no lo son. Esto ha originado que muchas sociedades se construyan de manera jerárquica y basadas en las creencias sobre la superioridad de un sexo y la inferioridad del otro, sociedades en donde las relaciones de poder son sumamente desiguales entre hombres y mujeres y donde los hombres la mayor parte de las veces han ocupado una posición dominante. Estas desigualdades han propiciado que las mujeres ocupen un papel de subordinación, desvalorización y opresión.

La discriminación y la violencia contra las mujeres por el simple hecho de ser mujeres son formas en las que se presentan las desigualdades de género. A lo largo de la historia, en la mayoría de las culturas, las mujeres han sido sometidas a estructura patriarcales que les han negado los derechos humanos más fundamentales. Las leyes antiguas y los sistemas tradicionales, como el cristianismo y el islamismo antecedentes de los sistemas modernos, han provocado la dependencia de la mujer, de forma análoga a la esclavitud a la explotación de las clases desfavorecidas y a la mano de obra.

Las situaciones de discriminación y violencia de las que han sido objeto las mujeres han originado el surgimiento de movimientos alrededor del mundo que han buscado otorgarles igualdad de derechos en relación con los hombres. La lucha de los derechos humanos de las mujeres ha sido muy extensa y en ocasiones plagada de obstáculos. Sin embargo se han logrado avances a nivel mundial en el reconocimiento de sus derechos.


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